viernes, 10 de febrero de 2012

10 CONSEJOS PARA SUPERAR EL FRACASO (Runner's World)

Después del hecho de estar lesionado, el retirarse en una competición o el acabar una carrera por debajo de las expectativas es la peor sensación que puede experimentar un runner. Te comentamos como enfocar y afrontar esta situación.
Has terminado una carrera y lo has hecho en peor tiempo o posición de lo que esperabas. Tras cruzar la línea de meta y superar ese momento de fatiga, llega el desconcierto; ¿Qué he hecho mal? ¿He entrenado demasiado? ¿No he descansado?
Te vamos a dar diez consejos para afrontar una situación que, aunque no es agradable, es muy habitual.
1) Días buenos y días malos

Esto es ley de vida en casi todos los apartados de nuestra existencia. Puedes haber entrenado muy bien, descansado adecuadamente, planteado correctamente la carrera, luchado hasta el final... y aún así te han fallado las fuerzas.
Esto les pasa hasta a los mejores atletas, y tiene una explicación que se resume en una sola palabra: biorritmos.
Nuestro cuerpo no siempre tiene la misma predispocisión hacia el esfuerzo o, lo que es lo mismo, nuestro "motor" no siempre está en condiciones de ofrecernos la misma cilindrada. Hoy, corriendo al máximo, has terminado una prueba de 10 km en 42 minutos y, si corrieras tres días más tarde, tal vez harías 41. Y es que el entrenamiento no es una ciencia, es un arte.
2) Descansa
Y llega a la prueba lo más descansado posible. Hay corredores que, para sentirse seguros de sí mismos, corren intensamente incluso el día antes de la carrera, como "probando" sus fuerzas. No tiene ningún sentido, más allá del de derrochar energías sin más.
3) Busca tus errores
¿Descansaste bien antes de la prueba? ¿entrenaste lo suficiente? ¿de verdad estás tan en forma como piensas? ¿has salido demasido deprisa en la competición? ¿calentaste bien? ¿corriste de un modo conservador? ¿te "traicionaron" los nervios?

Intenta encontrar errores o explicaciones que te ayuden a interpretar el hecho de que hayas competido por debajo de tus expectativas ese día. Sólo detectando tus deficiencias puedes empezar a trabajar para subsanarlas en el futuro.

4) Sé realista al plantear tus objetivos

Este es un error que a menudo l@s atletas cometemos. A veces, por las ganas de hacerlo bien o por la propia emoción que la carrera nos induce, nos sobrevaloramos. El hecho de que en otra época de tu carrera deportiva hayas podido correr más deprisa no quiere decir que ahora estés en un momento igual de "dulce".

¿Cómo han sido tus últimos entrenamientos? ¿has dormido bien los días enteriores a la carrera? ¿tienes alguna molestia? si eres chica, ¿te ha venido el periodo en los últimos días o, insluso, el mismo domingo?

Todo ello, seguramente, influirá negativamente sobre tu rendimiento. Ten en cuenta a la hora de plantearte el tiempo final que pretendes conseguir en la competición.

5) Busca cambios para mejorar

Tal vez no estés entrenando bien, te falten series, te sobreentrenes, hagas demasiados kilómetros, no sintonices con tu entrenador, te falte orientación, no estires lo suficiente, computes demasiado, no te das masajes a menudo, etc. A lo mejor tu "modo de vida atlético" no es el más adecuado para rendir bien, algo en tu guión no es correcto, hay alguna pieza en tu engranaje que te falla...

6) "Siempre positivo"

Terminar una carrera es ya siempre un triunfo, y eso es algo que valoramos especialmente al volver a competir tras superar una lesión. En la vida del atleta hay carreras mejores y peores, y hemos de sentirnos satisfechos simplemente por el hecho de poder competir.

Tal vez no has mejorado tu marca como esperabas, pero ¿verdad que has competido a buen nivel, con ilusión, luchando, etc. y pasando un buen día? Pues ya es un motivo para estar alegre. La vida, y la vida del corredor, va mucho más allá de una marca.

7) Confía en tí

Si en un momento de tu vida atlética corriste más deprisa, puedes volverlo a hacer. Si has entrenado bien, los resultados, tarde o temprano, volverán. Los atletas de élite suelen tener la autoestima deportiva muy alta, y es una condición indispensable para triunfar, no sólo en el deporte sino en cualquier parámetro de la vida. A veces es lo que define esa ténue línea que a menudo separa la victoria de la derrota.

8) Mira el vaso "medio lleno"

Tal vez no has mejorado tu marca, o no has ganado, pero si tu equipo si lo ha hecho, o si has realizado una de tus mejores plusmarcas personales, ¿tan mal valoras tu jornada? No siempre se puede estar al 100%, pero si has competido a un 90 % de tus posibilidades, también has logrado un gran resultado.

9) Inscríbete para otra carrera

Para superar un desengaño atlético y pasar página lo mejor es buscar, cuanto antes, un nuevo reto similar. Lógicamente si la semana pasada competiste mal en un maratón no puedes hacer otro la semana que viene, pero si en cambio tu prueba fue un "diez mil", porqué no puedes repetir uno o dos domingos más adelante? Si estás buen de forma, tienes muchas posibilidades de lograr en objetivo que llevas entre ceja y ceja...

10) Aprende a perder

No siempre nos salen las cosas como esperamos, y el deporte, que no es injusto, a veces sí es cruel. Fabián Roncero perdió, seguramente, por dos veces un récord de Europa de maratón, ambas en Rotterdam, al padecer fuertes calambres pasado el kilómetro 40, que le obligaron a detenerse.

Las cosas no siempre salen redondas, y a veces la mala suerte aparece en el momento más inesperado e inoportuno. La competición, a veces, es así, lo sabemos y hemos de aceptarlo. ¿Quien nos dijo que la fortuna no jugaba, a menudo, un papel determinante?

En nuestra opinión, Fermín Cacho, el mejor mediofondista de la historia del atletismo español, ganó lo que ganó por su talento, su capacidad de trabajo, su deshinibición en la alta competición y, también, por su autoconfianza.

En una ocasión, durante la década de los noventa, estando la gran competición anual casi a la vuelta de la esquina, un periodista le preguntó que si era optimista ante esa prueba, atendiendo a que no había realizado aún ningúna gran marca en las últimas semanas que dieran a entender que estaba en buen estado de forma.

Fermín, muy tranquilo, le respondió al periodista: "No estoy preocupado, porqué estoy entrenando bien. Eso significa que estoy fuerte".

Y esa es la realidad. Si los entrenamientos te están saliendo como tú pretendes, si llevas acumulando un ciclo de entrenamiento correcto y sin "parones", no debes derrotarte psicológicamente porqué no hayas tenido una buena competición.

Si estás en forma, ésta no puede desaparecer por arte de magia, así que seguramente la semana que viene la "sacarás a relucir". Un buen estado de forma no viene "de repente" (eso ya lo sabemos todos), pero, por suerte, tampoco se va de un día para otro.

Así que, como decía Fermín, guíate por tus entrenamientos a la hora de planteate objetivos. El día a día es lo que realmente cuenta, un ciclo de entrenamiento es, sobre todo, una evaluación contínua, si nos ceñimos a terminos estudiantiles. Un día malo no tiene porqué significar un suspenso.

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