domingo, 15 de julio de 2012

EL "CAMINILLO" Y MI SOMBRA

Tal vez todo lo que hacemos en la vida tiene un fin. Cuando volví a correr en serio, me dije: “Debo entrenar así para ser más consciente de lo que hago y para descubrir y reflexionar sobre nuevas experiencias. Mi esfuerzo debo evaluarlo solo respecto a mis propios logros y al de otros corredores, no tanto por medirme o compararme con ellos sino para que mi afán en el intento de atraparles me haga llegar un poco más allá, un poco más lejos de lo que ahora soy. Es a mi sombra, y a mí mismo a quien debo de batir, no me olvido de ello.
Y es que mi sombra, siempre es mi fiel compañera, eso sí, cuando corro durante el día, pues normalmente lo hago en solitario y ella es mi única compañía, pero mi alegría es cuando lo hago por “el caminillo”, a pesar de no ser muy asiduo a este recorrido algunas veces entreno por ese paseo que une Membrilla con la localidad vecina de Manzanares,   de aproximadamente 2.500 metros, y mi compañera y yo nos vemos con el trasiego de gente de todas clases y condición, haciendo deporte, jogging, running, andando a velocidad de crucero o simplemente paseando y es que a veces hay que ir sorteando al personal que se da cita en el susodicho paseo.
Platón ya lo describió hace miles de años: y la ciencia occidental, a lo largo de los últimos veinte años, lo ha demostrado. El ejercicio es un antídoto excelente contra la ansiedad.
Grupos de personas, parejas de ambos o mismo sexo, gente solitaria, de nuestro pueblo o de la localidad vecina, que salen por estas fechas estivales a ejercitar músculos y estar en forma y algunas si al paso dejan por ahí algunos kilillos, mejor que mejor. Pero no solo en estas fechas, aunque si es cierto que es cuando más.

Y es que esto de salir a correr por “el caminillo” se ha convertido como ir al “garito” de moda, hay más “garitos”, pero ese es el más ambiente tiene, mejor decoración y condiciones, aunque hay muchos días en los que te apetece ir a visitar otros lugares aunque sea en soledad, junto con mí fiel compañera, mi sombra y otear nuestros paisajes de llanura y medio monte, observar la reacción de conejos, perdices u otros animales que tanto me gusta ver, hacer recorridos con cuestas, o que se yo, variar aunque el ambiente de “el caminillo” es especial, y siempre es una satisfacción ver a tanta gente realizando deporte.

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