martes, 16 de septiembre de 2014

I DUCROSS DE VILLAR DEL POZO, SUMANDO EXPERIENCIAS

El domingo pasado se celebró en la población de Villar del Pozo el primer “Ducross”, organizado por el “TRIJOTE SERIES”,  se trataba de una prueba que constaba de un primer tramo a pie, donde había que dar dos vueltas a un circuito de 2.800 metros, total 5’6 kilómetros, con una subida a la dura cuesta de la ermita de la Virgen de la Blanca, posteriormente hacer la transición y coger la bicicleta de montaña y recorrer por las cercanías del faraónico aeropuerto apenas utilizado y ahora cerrado y también por los cerros de Villar del Pozo unos 18 kilómetros, de nuevo se llegaba a las inmediaciones de la piscina municipal, una nueva transición y se daba otra vuelta al circuito anteriormente citado corriendo.
A las diez de la mañana estaba programada la salida por lo que había que madrugar, pues los casi 100 kilómetros que distan Membrilla de esta pequeña localidad había que recorrerlos y a las 8 de la mañana nos pusimos en camino, mis queridos hijos, Ángela, mi mujer y yo.
A las 9 de la mañana ya estábamos allí, hablando con algunos compañeros del circuito y conocidos de otras localidades, incluso Juan Cano, presidente del C.A. Membrilla, preguntando detalles e instrucciones pues esto de ser novato en estas lides son todo preguntas.
Hace unos 35 años, estuve en esta pequeña localidad, sería la primera vez que saliera a competir fuera de mi pueblo y es que con 8 años fuimos allí, a disputar el campeonato escolar provincial de cross, donde recuerdo que quedé 6º y primeros por equipos, aún recordaba algunas cosas, como la cuesta que subía a la ermita, ahora asfaltada, el colegio y el campo de futbol donde estaba situada la meta, que actualmente está lleno de malas hierbas, que tiempos...
Tras recoger el dorsal, ponerme el “tritaje” de 42195.es y calentar un poco, el alcalde de la localidad dio la salida, ritmo controlado al principio pues no sé cómo podía responder con los pocos entrenos y menos a ritmos altos, de menos a más finalice la primera transición a un ritmo bastante mejor de lo inicialmente pensado, pues el garmin me marcó a 4’ el kilómetro por lo que el tiempo fue de 21’41” cuesta incluida, aunque faltaron unos 200 metros según el aparato para los 5600 metros programados.
La transición fue lenta pues me confundí de calle de donde estaba la bici y la poca experiencia me hizo perder algunos segundos más de la cuenta, recorrimos el pueblo y cruzamos la carretera dirección a las inmediaciones del aeropuerto por caminos rurales, ahí me di cuenta que mi adaptación a la bici de montaña dista mucho de la que tengo en la bici de carretera pues en ningún momento fui cómodo a pesar de ser un recorrido de inicio llano y sencillo.
Me pasaron algunos participantes pero llegando a la terminal del aeropuerto encontré el golpe de pedal y me fui sintiendo más cómodo, tanto es así que agaché la cabeza y me puse como loco a pedalear sin darme cuenta que me había equivocado pero no me percaté pues no fui yo solo y a pesar de ir un poco mosca y preguntárselo a mis dos compañeros que llevaba detrás me dijeron que creían que íbamos bien.
Ya por el kilómetro 14 comenzó una subida pedregosa, donde al cambiar de piñones se me salió la cadena en plena subida y con un ritmo bastante alegre, al arrancar de nuevo después de poner la cadena el gemelo izquierdo se me bloqueó por lo que tuve que estirar y luego seguir de nuevo a buen ritmo, pues las subida en la bici se me suele dar bien.
Cuando el GPS marcaba los casi 20 kilómetros llegaba al box, total un kilómetro y medio más de regalo, a una media de 24 km/h, rápidamente dejé la bici y casco y me puse a correr, notando al principio una flojera que dicen habitual, esta vez recorrí la vuelta a un ritmo de 4’22”, se notaba la falta de fondo, pero no quise forzar pues se trataba de disfrutar y no de llegar extenuado, mi familia me esperaba, Jorge grabando en video, Ángela cámara de fotos en mano y Virginia gritando y ofreciéndome su mano para entrar en meta.
Al final la posición 34 en 1h22’03”, que es lo de menos, pues probé una modalidad casi nueva, digo casi pues hace 4 años corrí en una similar, comentando con los participantes me dijeron que no fuimos nosotros solos lo que nos confundimos e hicimos unos metros más, pero bueno eso tiene ser novato.

La mejores conclusiones que puedo sacar es que a ritmos ya altos las molestias del pie son mínimas, eso sí, aun me queda mucho para llegar a coger la forma que tuve antaño, y hacer grandes tiradas, pero disfruté de una mañana en compañía de mi familia haciendo algo prácticamente nuevo y que es otra variante de esto del atletismo, aunque sigo pensando que mucho me tiene que gustar una variante de estas para separarme de la maratón que sin duda me tiene enganchado.

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