sábado, 27 de septiembre de 2014

¿SOLO O ACOMPAÑADO?

Esta cuestión la tengo muy clara en mí caso, si no fuese el dicho de “sobre gustos, colores”, pues hay gente que piensa lo contrario que yo, incluso he tenido alguna conversación sobre este tema, donde chocaban las dos posiciones y que me ha dado la idea para escribir esta entrada y así vosotros también poder opinar y tener vuestro punto de vista.
Cuando hace ya algunos años retomé esto que hasta hoy me tiene enganchado, las carreras populares de fondo, comencé con la intención de dejar de fumar, como en otras ocasiones, el salir a correr me ayudaría. Poco a poco empecé haciendo kilómetros, cada vez más, hasta conseguir superar los 10 kilómetros sin pararme y por supuesto cada vez aumentaba más el ritmo.
Yo soy un enamorado de los datos estadísticos, (tiempo, kilómetros, medias de ritmo, medias de ritmo cardiaco…), y desde prácticamente el principio de mi vuelta debía saber mi ritmo, mi tiempo, los kilómetros, entonces no disponía como ahora del Garmin y lo hacía con un recorrido previamente medido.
Con esta previa contada, me meto en faena, pues al año y pico de ese comienzo disputé y disfruté de mi primera maratón, que sería en Sevilla, los entrenamientos los hice prácticamente todos en solitario, menos alguna vez que otra que me acompañaba alguien. El objetivo no era otro que finalizar dicho maratón, pero gracias a la compañía de mi amigo Manuel, no solo lo finalizaría, sino que conseguiría el gran objetivo de bajar de las 3 horas, y desde entonces me di cuenta de la importancia de ir acompañado, sin duda, sin esa compañía no hubiese logrado ese gran objetivo y seguro que no hubiese disfrutado tanto.
Hay muchos ejemplos como el mío, no solo para finalizar una competición en un tiempo marcado, sino para ganar carreras, para hacer mínimas, etc., las liebres, que así se llaman en España, hacen una labor importantísima para la consecución de objetivos. Ahora bien, como me decía mi colega, hay que tener piernas para seguir a dicha liebre, esto no es ciclismo que puedes ir a rebufo y reservarte hasta un 37% de la energía.
Es cierto que cuando uno no puede y no le van las piernas ni el corazón la “ayuda” es casi inútil, pero cuando estas en el límite, los ánimos y el saber dirigirte el ritmo de una liebre es fundamental.
No hablemos de entrenamientos, rodajes, series, cuestas…, es mucho más ameno ir con compañía, parece que se pasa el tiempo y los kilómetros mucho más rápido. Si es verdad que en contrapartida no puedes disfrutar de lo que a mi amigo le gusta, el correr en soledad, sentir el cuerpo, escuchar cada zancada, la naturaleza, alejarte de tus problemas o pensar en ellos para darle solución, no ceñirte a un horario de quedada con alguien etc., en carrera nadie va a forzar tu ritmo y no serás esclavo de un ritmo que te imponga ese compañero o liebre, sino el que por sensaciones a ti te apetezca ese día…, vamos que todo esto, bien puede ser el otro plato de la balanza.

Mi opinión como he dicho al principio la tengo clara, como creo que la grandísima mayoría de los corredores, aunque he de reconocer que hay días que apetece mucho salir solo y desconectar en soledad, pero siempre de que tengo oportunidad, y aunque sea un deporte individual, se practica mucho mejor acompañado. 
¿Y vosotros que opináis?

2 comentarios:

  1. Yo opino qe acompañado siempre o en grupo . Un saludo Joaquin eres un crak!!

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  2. Yo soy de la opinion de ir solo, aunque de vez en cuando salgas acompañado pero no más de una vez por semana.

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