lunes, 5 de enero de 2015

UN PASADA DE SAN SILVESTRE EN MEMBRILLA.

Esta carrera de veras merece la pena

El último día del año como tenía planificado deportivamente me levanté dispuesto a correr la San Silvestre de Membrilla, a la que no he faltado a la cita en estas últimas 8 ediciones y este año a pesar de un constipado no iba a ser menos.
A las 5 de la tarde dio comienzo nuestra San Silvestre, fomentando el atletismo base y empezando con los pitufos, como es habitual. En categoría benjamín femenino haría acto de presencia mi hija Virginia, con mucha ilusión, a pesar de ser de las más pequeñas quería luchar por el podio, no obstante el año pasado fue primera.
Virginia salió algo más despacio de lo que nos tiene acostumbrados pero pronto se puso en el grupo delantero, ocupando la tercera plaza, posición que no abandonaría hasta cruzar la línea de meta, aunque los 500 metros se le hicieron un poco largos, pues Virginia creo que si le sigue gustando este deporte será corredora de velocidad. Al final subió al podio contentísima e ilusionada y a sus padres, como no, cayéndosenos la baba.
Más tarde saldría Jorge, infantil masculino era su categoría, con el hándicap de ser de primer año y haber nacido a últimos de diciembre sin duda era el más pequeño de la categoría, y encima tendría que correr una distancia 2.640 metros, una distancia mayor a la que él está acostumbrado,.
Jorge, corrió inteligentemente de menos a más, pero al igual que yo estaba un poco tocado con un resfriado que le pasó factura, unido a que corrió media carrera con un cordón de la zapatilla desabrochado, sufrió al final a pesar de aconsejarle que aflojara el ritmo, el siguió y consiguió una meritoria 8ª plaza, que sin duda esta fenomenal viendo la circunstancias.
La siguiente carrera sería la de junior y veteranos masculinos donde me puse en acción, las sensaciones no eran buenas, a pesar de que el constipado iba a menos y ya no tenía tanta mucosidad, pero sin duda, no estaba motivado para forzar en la última carrera del año, máxime cuando apenas habían pasado 24 días de mi maratón en Castellón, así pues salí a disfrutar y bien seguro que lo hice.
El ambiente, como es habitual, era increíble, incluso quizás un punto por encima de otros años, había un montón de gente y la adrenalina subía durante prácticamente todo el recorrido, 5 vueltas de 1070 metros donde disfruté de lo lindo, pues el ritmo, aunque elevado, a 3'36" de media, fue cómodo en todo momento para mí y disfrute de lo lindo aunque se me fuera la opción de volver a ser primer local, pero como he dicho antes no me sentí motivado para intentar luchar por esa primera plaza después del resfriado y me conformé con la segunda posición que me dejó un buen sabor de boca después de una semana tocado.

Como terminé bien, me animé para correr la carrera absoluta que eran 6.420 metros, el ambiente se daba a ello, y me decidí, pues con un ritmo inferior volvería a disfrutar de esta maravillosa carrera de mi pueblo, y así lo hice, saliendo el primer kilometro a 4'06" y terminando el último a 3'26", adelantando un montón de corredores y sacando una media final de 3'47", pero lo más importante las buenísimas sensaciones durante ambas carreras, a pesar de que terminé con el gemelo izquierdo un poco cargado, ahora tengo tiempo para seguir entrenando y poniendo la maquinaria a tope para próximos retos.

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