jueves, 5 de marzo de 2015

UN MARATONIANO, UNA HISTORIA


Como aficionado al deporte en general, siempre que veo en televisión o en directo la celebración de cualquier deportista por algo que ha conseguido se me viene a la mente el esfuerzo que ha tenido que realizar hasta lograrlo y poder celebrarlo.

 Una canasta en el último segundo, un punto decisivo en tenis, un gol definitivo, una llegada a meta de un ciclista, la consecución de cualquier torneo o medalla importante, un buen salto o un buen lanzamiento…, vamos cualquier celebración que veo por parte de cualquier deportista,  me da alegría y el esfuerzo y constancia me viene a la mente, como he dicho antes
.No quiero menospreciar ninguna celebración de las anteriores, pero, amigos míos, conseguir finalizar una carrera y sobre todo un maratón tiene una celebración especial, no solamente para el que vence o bate algún record mundial o nacional, no, no solamente son esos los elegidos, son todos los participantes y finalizadores de un maratón, desde el vencedor al último que cruce la línea final es un éxito, es una celebración especial y todos ellos lo hacen porque saben su historia y lo que han trabajado para lograr vencer la distancia reina.
De los muchos, muchísimos maratones que se celebran en la geografía mundial, estoy seguro que no hay ninguno donde todos sus participantes celebren con satisfacción su llegada a meta, sea con el tiempo que sea, sea efusivamente y visiblemente o simplemente en su cabeza, donde tienen guardada esa historia.
Al cruzar la ansiada línea, unos con manos en alto celebran su victoria, otros miran al cielo con alguna lagrima y agradecen a ese ser querido que les ha ayudado a llegar, otros con un gesto de rabia, otros con una sonrisa de satisfacción, otros se lo dedican a su pareja, otros con niños recién nacidos en brazos o con pequeños de la mano, otros con una camiseta o pancarta dedicando la consecución del reto a alguien especial, algunos, es verdad llegan justos y lo celebrarán un poco más tarde, otros regalando besos, otros mostrando su apoyo a algún ser querido enfermo, algunos abrazando a su compañero de carrera…, todos ellos tienen una historia y todos ellos celebran la entrada en meta.
Como maratoniano considero que es algo inenarrable, algo que solo puede intentar describirlo y comprenderlo el que alguna vez a cruzado esa línea, ese momento es donde se pasa por la cabeza un montón de cosas, los duros entrenos, las lesiones, la ilusión, el tiempo sacrificado, la familia, los seres que faltan, los amigos que tanto te han apoyado, el entrenador, los compañeros de club o de entrenamientos, tus inicios corriendo…, bueno un montón de cosas más, y cada corredor tiene alguna que siempre destaca más, es su historia, es lo que ha vivido para lograr que dicha historia tenga un final feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario