Siempre me hace ilusión escribir una entrada previa a un maratón, pero en este caso más si cabe, pues el año
pasado por culpa de mi lesión de tobillo no pude correrla, me hacía mucha
ilusión correr esta carrera y compartir charlas y kilómetros con mis amigos de
42195.es, pero no pudo ser.
Este año la volví a marcar en el calendario tras la decisión
de correr Barcelona, por lo que empecé a prepararla adecuadamente y con mucho
tiempo de antelación. La preparación iba viento en popa y cada vez me
encontraba mejor, pero el maratón de Barcelona me pasó factura y me dejó tocado
muscularmente a pesar de correrlo a un ritmo lento, pero tal vez ese fue el
motivo.
Tras la recuperación en un par de semanas con constantes
descansos y pocos trotes venía la Semana Santa, la cual tenía vacaciones y
estas llegaban de perlas para volver a coger el ritmo de entrenos pues ya
estaba recuperado de mis problemas musculares. El destino quiso que cuando más
carga kilométrica debiera haber recorrido, un golpe fortuito en la rótula de la rodilla
hiciese que eso no fuese así, y que de nuevo tuviese que parar a recuperarme de
dicho dolor, aunque a base de hielo y antinflamatoriospudiese correr algunos
días, eso sí, con mucho dolor, pero mi ilusión por este maratón me hacía agotar
todos los cartuchos antes de anular el hotel y desistir de nuevo el intento de
viajar a Vitoria.
El maratón de Laredo (Cantabria) que se celebra un mes más
tarde era la opción elegida, pues cada vez estaba más cerca la fecha y las
molestias seguían, aunque sí que es verdad, que cada vez iba a menos, pero yo
seguía entrenando como podía, con dolores, infringiendo la ley de buena
conducta de un corredor, (NO CORRER CON DOLORES).
Al final me decidí, y a falta de 15 días y tras la última
tirada larga de 29 kilómetros, confirmé mi asistencia, eso sí, con alguna
molestia que a día de hoy sigue por la dichosa rodilla, pero creo que me dejará
correr esta ansiada maratón, ya sin el objetivo inicial de asaltar mi marca
personal, pero si con el objetivo de volver a disfrutar corriendo los 42 y pico
y a ser posible, y tras los últimos entrenamientos volver a bajar de las 3
horas, aunque no serán una obsesión, pues si algo me han enseñado mis 13
maratones anteriores es que cada maratón se debe correr según las sensaciones
que tengas el día D, y no buscando un objetivo que no esté muy, muy claro y
tengas que arriesgar el disfrutar de una carrera que llevas preparando unos
meses atrás.
Así pues escribo esta entrada contento y optimista tras los acontecimientos
que han deparado esta preparación, y si bien me “jode” no haber podido estar a
tope para disputar esta maratón, por otro lado estoy satisfecho de poder
correrla, las garantías suficientes para disfrutarla, eso sí, según salga el
día pues disfrutar un maratón de inicio a fin es difícil, muy difícil, pues
cuando el cuerpo va al límite cualquier circunstancia te puede echar al traste
dicho divertimento, pero intentaré que eso no ocurra.
Cada maratón es diferente, cada maratón es especial y cada
maratón es como si fuese la primera, pues la ilusión y los nervios a pocos días
de celebrarse sigue siendo casí como aquella primera maratón en Sevilla. El
sábado me desplazaré a la ciudad vasca, junto con mi familia al completo, por
lo que espero disfrutar junto a ellos de un fin de semana inolvidable, maratón
incluida, por supuesto.
Kino, espero que esa rodilla te permita disfrutar el domingo de tu 14 maratón y de la estancia en esa estupenda ciudad.
ResponderEliminarSaludos, Emilio Díaz .
¡¡Kino!! ánimo que ya tienes que estar en marcha en estos momentos. Seguro que te sales
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