jueves, 14 de abril de 2016

LAS EXCUSAS ANTES Y DESPUES DE CADA CARRERA

Cuando llega un domingo cualquiera y con ilusión madrugamos para disfrutar y disputar alguna carrera de las muchas que se celebran en nuestro territorio nacional, seguro que nos encontramos con muchos amigos y conocidos, o algún vecino que puede ser nuestro "rival",  y prácticamente a nadie se nos escapa que tras el saludo, la primera pregunta es interesándote por el estado de forma de dicha persona, la respuesta...,  normalmente siempre tendrá un pero, una excusa, un "achaque", es algo innato de los corredores, es lo primero que aprendemos.

“Tengo una molestia en el cuádriceps, veremos si aguanto”, “Pufff, toda la semana con gripe y aún sigo…”, “Ayer hasta las tantas de cañoteo con los amigos…”, “Yo vengo a rodar…”, “Ayer competí  la carrera de Alcafran a tope, hoy despacito…”, “Mi objetivo es otro, estoy preparando un triatlón…”, “Voy a acompañar a mi vecino, que se está iniciando…”,"La alergia y el asma me mata...", “Solo he salido dos días en las últimas 4 semanas…”, "Con calor voy fatal...", “No puedo entrenar, la familia, el trabajo, estoy muy liado…”, etc., etc., etc., estas son solo algunas de las excusas que se suelen oír, algunas serán ciertas, otras…
Nos hemos preparado durante unas cuantas semanas esta carrera, llegamos eufóricos, pletóricos, en buen estado de forma, a tope, con las dudas que genera la competición, si, pero sin embargo si alguien nos pregunta, nuestra respuesta siempre tiene algún "pero", es nuestra naturaleza, buscamos una excusa antes de que finalice dicha carrera, es curioso, pero en la mayoría de los casos sucede, nos curamos en salud.
Personalmente creo que es algo que hacemos para quitarnos esa presión, que solo nosotros nos imponemos, y solo nosotros nos engañamos, es algo que forma parte del ritual antes de la salida de una carrera, juntarnos con compañeros y amigos y amén de charlar algún otro tema, siempre nos desahogamos con la excusa de turno.
Tras el pistoletazo de salida, ese amigo corredor que hasta hace unos minutos estaba casi para ir con muletas, sale como si gacela perseguida por un leopardo se tratase, llegando a meta mejorando su marca personal, o estando muy cerca de ella, tú que también has puesto tu excusa de turno, también haces un carreron y ahora tras la ducha vienen las explicaciones.
Tras la carrera, y según nos haya ido, vendrán las explicaciones, que al igual que pasa con las excusas iniciales, suele haber de todo;
“Al final no noté ninguna molestia en el isquio, me encontré como un tiro”, “Me equivoqué en el ritmo, tío, salí muy rápido”, “La cuesta del 8 me mató”, “Fui regulando y al final me encontré  muy bien y lo di todo”, “La acumulación de kilómetros me han pasado factura”, “¿No entiendo porque he corrido tan bien?, si no entreno”, “Que bien me ha salido, y ni siquiera me la había preparado”, “Desde el kilómetro 1 no podía respirar”…, etc., etc., et., y estas son otras de las muchas que oímos y decimos tras la carrera.
En fin, todo esto también forma parte de los “raners” que cada fin de semana nos ponemos el dorsal para disfrutar de este deporte que tanto nos gusta y que cada vez está más de moda, y como buenos españoles, aprendemos primero los malos vicios, y las excusas,  la picardía o engaño, una excusa, picardía o engaño que hace bueno el refrán de “Se pilla antes a un mentiroso que a un cojo”.
Bueno amigos, a seguir dando excusas, pues eso forma parte de este deporte, al menos en nuestro país, aunque nos cueste reconocerlo, eso significará que si son excusas o mentiras a medias, estamos en disposición de batir nuestra marca.

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