miércoles, 14 de diciembre de 2016

UNA HISTORIA DE AMOR

Mientras nuestro atleta más internacional, Manuel Jimenez, triunfaba en el Open Internacional de los 50kms de Los Alcázares, Murcia, en esa misma carrera se celebraba el Mundial absoluto de los 100 kms en ruta, un campeonato donde contábamos con la presencia de una atleta muy querida, Eva Esnaola Agesta, una “joven” veterana, de la cual pudimos disfrutar en el I Maratón en Pista “Memorial Leo Condés”, de Membrilla. Allí se presentó esta excepcional ultrafondista y con una carrera memorable consiguió ser subcampeona mundial de los 100 kms, siempre con el apoyo de otra grande, su hermana Idoia.
Aquí os dejo una entrevista que me he permitido el lujo de copiar del periódico de tira nacional, EL MUNDO DEPORTIVO, la cual merece la pena leer.

DE MAITE REIZABAL                                                                                     

“A mí lo que me gusta es correr”, dice Eva Esnaola, medalla de plata en el Campeonato del Mundo de veteranos de 100 kilómetros 
Lo de Eva Esnaola (Urnieta, 1960) con el correr es una auténtica y bonita historia de amor. “A mí lo que me gusta es correr. Disfruto con los entrenamientos. Cuando me los manda Régulo M artinez -su entrenador- los leo como si fueran cartas de amor”. Una historia que se compone, sin duda, de varias conquistas. La última: el segundo puesto que consiguió en su categoría (W55) en el Campeonato del Mundo de Veteranos celebrado hace dos semanas en Murcia.
Y eso que la semana anterior no había sido la mejor. “Tenía miedo a las tripas, ya que esa semana había estado un poco mal”. Ni siquiera el comienzo fue el mejor. “Nada más empezar se me durmieron los dedos, no sé por qué. Lo pasé fatal”. Curiosamente, la tormenta que cayó le favoreció. “Había charcos. Y me daba cuenta de que me mojaba los pies y me aliviaba algo. Pero como trabajas el coco para sufrir, te acostumbras a correr con dolor”.
Eva iba a por el tercer puesto, ya que por su marca, era lo que parecía corresponderle. “Realmente, si no pasaba nada, yo iba a ser la tercera. De hecho, creía que iba en ese puesto. Pero no conocía a las dos primeras. A la segunda le adelanté en no sé qué kilómetro y fue una suerte. No sé qué le pasaría, pero de esa forma pude lograr yo la segunda plaza”.
Era la primera vez que participaba en el campeonato. “Yo realmente iba a ir a la maratón de Valencia, porque quería hacer el récord en mi categoría, ya que me falta. Pero nos pusieron la de 100 kms. la semana siguiente y además se celebraba cerca”. Tuvo que elegir. No fue a Valencia. Y se dijo a sí misma: “Una vez en la vida habrá que probar un Campeonato del Mundo”.
Disfrutó. Y no solo por su segunda plaza. “Va gente alucinante. El primer chico lo hizo en 6 horas y 20, a 3:37 el kilómetro. Van como locos”. Los veía correr. “Era un circuito que te permitía cruzarte en las curvas, y había bastantes. Ahora bien, cuando les ves cómo sufren, piensas que ellos también trabajan mucho el coco, eh”.
Porque para Eva , una de las claves está ahí, en entrenar el coco. Ella tiene su manera de hacerlo.. “Eso se va haciendo día a día, no de repente, por ejemplo, cinco horas. Sino que el entrenador te va poniendo poco a poco. Un día te pone 2 horas de entreno, otro 2h. 30, 3 horas y así sucesivamente”. Y ella se centra en cada entrenamiento. “Yo ya salgo pensando que ese día tengo dos horas. Estas te cuestan. Pero mañana te manda 3. Y no te acuerdas de las 2 del día anterior, sino que te metes en el coco que son 3 horas y las haces. Las vas trabajando así”.
Eso sí, sean dos horas o tres, procura no variar el ritmo. Ni en los entrenamientos, ni en las carreras. “No soy de velocidad. Soy de piñón fijo. ¿A 4:26? Pues hago todo a 4:26. Suelo intentar ir en grupo”. También cuando entrena. “Por ejemplo, si me pone un entrenamiento de 3 horas, voy de Hernani a Donosti, hago con los del Donostiarrak una vuelta y me vuelvo a Hernani. Y me ayudan”. Otras veces entrena con los del Club Deportivo Hernani , que es el suyo. “Los chicos de Hernani también me han ayudado un montón”.
Quien también es una pieza clave es su entrenador, Régulo Martinez . “Desde que me dirige él, he mejorado. Hice mi primera prueba de 100 kms. en 9 horas 7 minutos y la segunda en 8h58. Me empezó a entrenar él y la siguiente la hice en 8h40”. Ha mejorado en general. “Pero para él, lo primero es la persona. Antes del Campeonato del Mundo hablamos por cómo estaba yo con las tripas. Y me dijo que no fuera. Pero me daba pena por el gran esfuerzo que él hace entrenándome”.
Un esfuerzo que le ha llevado a Eva a conquistar varios récords en su categoría y con el que espera seguir haciéndolo. Su próximo objetivo es el récord de las 12 horas en Can Dragó (Barcelona) que se celebra este mes. Pero tampoco quiere retirarse sin llevarse el récord en alguna maratón.

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