Después de algunas semanas entrenando y subiendo kilometraje,
ritmos y esfuerzos progresivamente, tras
una lesión de larga duración como la que he superado, quiero hablar en esta
entrada de lo importante que es una readaptación a la vuelta al ejercicio, en
este caso volver a correr, pues al igual que cuando se empieza a correr de
cero, cuando la lesión es larga, hay que volver poco a poco y la importación de
seguir los consejos de un profesional en la readaptación deportiva es clave
para una vuelta con menos riesgos de recaída y evitar otras posibles lesiones.
Cuando cualquier deportista se lesiona, lo primero que
quiere saber es cuánto tiempo le llevará la lesión, pero nunca tenemos en
cuenta que tras una recuperación, posteriormente existe una readaptación,
volver a acostumbrar al cuerpo y a los músculos hacer lo que hacían antes de la
lesión y esto tiene que ser progresivo, como diría Luis Fonsi DES-PA-CITO.
La readaptación deportiva está relacionada con el
entrenamiento de tipo propioceptivo, donde además de entrenar la fuerza
muscular, lo que se busca es mejorar la respuesta de nuestro organismo a
estímulos diversos, como pisar sobre diferentes superficies, trabajar con
planos inclinados o inestables, trabajar con los ojos cerrados, apoyo sobre un
solo pie…
Muchos creemos o creíamos que tras una lesión, cuando el
dolor deja de existir, y ya hay movilidad, la lesión está totalmente curada,
pero, hay que tener en cuenta que si no se trabaja la readaptación al esfuerzo,
tenemos muchas más posibilidades de volver a tener lesiones similares y
volveremos la actividad que nos produjo la lesión con mayor riesgo de recaída o
tener una nueva lesión.
Por ello hago este llamamiento a no olvidar este tipo de
entrenamiento después de sufrir una lesión, sobre todo si es haciendo ejercicio
físico o deporte, pero también en otras lesiones óseas-musculares-tendinosas
que pueden ocurrir en contextos diferentes al deportivo.
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