jueves, 13 de abril de 2017

MARATON DE PARIS, MI CRÓNICA

Aunque todo llega y todo pasa, en la vida hay momentos que quedaran grabados en  nuestra mente, y que con seguridad serán difíciles  de olvidar, son momentos vividos de forma intensa, o de forma especial, momentos a los cuales nos ha costado llegar y que el resultado de vivirlos han merecido la pena, personalmente he vivido uno de estos momentos que creo tardaré mucho en olvidar y sin duda han quedado grabado, no solo en imágenes o videos, sino en la mente con un cariño y atención especial.
Con la medalla y el arco del Triunfo al fondo

SITUACIÓN
Solo faltaban dos meses y las dudas eran las que reinaban en mi cabecita, no había comenzado la preparación a este maratón tras una lesión, una lesión que a pesar de no estar totalmente curada había remitido mucho, y aunque no era la mejor forma de recuperarme totalmente este objetivo marcado hace tiempo, hizo que trabajase de forma especial, sin duda ha merecido la pena y paso a relatar.

Los otros grandes protagonistas, los animadores y animadoras
Como siempre comenzaré por el principio y aunque intentaré ser breve, creo que será difícil, pues no quiero dejarme nada en el tintero, aunque será difícil.
PRE-MARATÓN
Tras pasar la noche del viernes en Madrid, el sábado de madruga nos dirigimos a la llamada ciudad de la luz, a Paris, esta vez bien acompañado, pues a la habitual compañía de Ángela, se unían esta vez un gran grupo de maratonianos y animadores del C.A. Membrilla y también de Puertollano, Ángeles Lozano, Narciso Arroyo, Pedro Moraleda y Tere Ballesteros de Membrilla, junto con Mª Sol Gijón y Goyo de Puertollano serían los maratonianos que me acompañasen en la aventura maratoniana, junto con la mencionada Ángela, Joaqui, Jesu, Marcos y Ana como animadores sería la expedición que volamos a París a pasar unos días de ensueño, con la excusa perfecta de correr la multitudinaria maratón por una ciudad, sin duda,  de las más bonitas de la geografía mundial.
Una foto obligada

Sin querer alargarme más comienzo con los que nos trajo a París, el maratón, pues aunque vivimos momentos muy especiales en estos 4 días de estancia, el maratón fue la guinda de un viaje perfecto.
RECOGIDA DEL DORSAL
Todos con nuestro dorsal en la feria del corredor

A las 9 y poco del sabado nos encontrábamos ya en París y un taxi contratado nos trasladó a la feria del corredor, a recoger el dorsal, posteriormente al hotel y a disfrutar de la tarde viendo algunos monumentos importantes, incluso un viaje en barco por el Sena, no había que perder el tiempo.
PROLEGOMENOS DE LA SALIDA
Todo preparado, traje internacional maratoniano
Poco antes de las 6 de la mañana suena el despertador, había descansado bien, ya que el día anterior fue largo, aprovechando cada minuto en recorrer partes de esta preciosa y gran ciudad, una ducha fresca y a desayunar, la indumentaria de la selección española, como evento internacional fuera de España y “al ataque”,  pues a las 7:15  había quedado con Narciso, Mª Sol y Goyo en los pies del Arco del Triunfo, pues aunque yo podía haber partido del cajón Sub 3’00h, preferí hacerlo en el de las Sub 3h15’, acompañando así los primeros metros a Narciso, compañero de varios rodajes, ya que mi estado de forma, esta vez no era para embarcarme en ritmos de antaño, además de no querer perderme detalle durante el recorrido, incluso grabando todo lo importante con mi pequeña cámara, con el objetivo de finalizar este maratón disfrutando lo máximo posible.
Preparados para la salida dirección a los Campos Eliseos con el Arco del Triunfo de fondo.

El tiempo perfecto, quizás con un temperatura algo elevada, pero al salir tan temprano apenas noté esa temperatura que seguro si lo hicieron los que finalizaron algo más tarde, el ambiente era fenomenal, y el recorrido aunque no era para hacer marca, se suplía con las fantásticas vistas que prometía este maratón.
SALIDA
Esperando el momento de la salida, en el cajon sub 3h15'
Una vez dentro del “cajón” correspondiente, junto con mis compañeros,  había que evacuar los últimos líquidos y conversar hasta la hora de salida, pues esta, se iba haciendo por espacios de tiempo, con 57.000 corredores inscritos era la única forma de hacerlo ordenadamente, así pues a las 8:25 se daría el pistoletazo de salida al “cajón” elegido, con una salida despavorida por parte de muchos corredores, yo me quedé acompañando a Narciso como así le había prometido los primeros kilómetros.
DESDE LA SALIDA AL KM 5
Con Narciso por los Campos Eliseos
Los primeros kilómetros muy cómodo acompañando a Narciso, con un ritmo algo por debajo de 5’ el kilómetro, los Campos Eliseos, la Plaza del Obelisco, el Hotel de la Ville (Ayuntamiento), el Museo del Luvre…, espectacular, los primeros kilómetros pasaron volados, sin duda era una pasada correr por una ciudad tan espectacular, siempre a ritmo tranquilo, pues el kilómetro 5 pasamos con un tiempo de 23’54” a ritmo de 4’47”, yo la verdad me veía muy suelto y aunque en un principio tenía previsto acompañar a Narciso hasta el kilómetro 10, fue en el km 7 cuando decidí abandonar tan grata compañía, deseándole suerte e imprimiendo un ritmo algo mas fuerte, si bien tampoco demasiado pues no quería arriesgar en nada la gozada de disfrutar de este bonito maratón.
DEL KM 5 AL KM 10
El paso por la Plaza de la Bastilla, poco antes de dejar a Narciso
El kilómetro 10 llegó, poco antes había dejado también atrás a Goyo y el tiempo fue de 47’33” a ritmo de medio de 4’45”, si bien ahora comenzaba una parte menos bonita pues el recorrido nos introducía en el parque llamado “Bois de Vincennes”, con muchos grupos musicales animando pero se echaba en falta el calor del público animador tan importante en un maratón.
DEL KM 10 AL KM 15
Seguiamos grabando todo con la pequeña camarita
La buena hidratación de los días anteriores hizo su efecto y ya en el km 14 tuve que hacer una pequeña parada para volver a evacuar, así pues el kilómetro 15 pasé con un tiempo de 1:10:14, ya a ritmo medio de 4’41” el km, por lo que el ritmo iba en aumento con buenas sensaciones y muy suelto, aunque ya aproveché para tomar el primer gel.
 DEL KM 15 AL 20 Y PASO POR LA MEDIA MARATON
El paso por la media maratón
Los kilómetros seguían cayendo y ya de nuevo por las calles de París el calor del público sumado a las bandas musicales y grupos que animaban, unido a que seguíamos con las piernas frescas, sin apenas dolores, y que alcancé a al primer globo de las 3h15’, de los tres que fueron de la partida, la cosa marchaba viento en popa, pasando el km 20 en un tiempo de 1:32:37 y poco después el paso de la media maratón en un tiempo de 1:37:40 a ritmo medio de 4’38”.
DE LA MEDIA MARATÓN AL KM 25
Llegando a Ángela, ella inmortalizó el momento
Cerca del kilómetro 23 una bandera de España, junto con una sudadera del club a la lejanía me hizo intuir que el grupo de animadoras y animadores eran los nuestros, y efectivamente y casi sin darme cuenta divisé a Ángela, fue entonces cuando hice otro “in pass” en el camino parándome para darle un beso de agradecimiento por ese gran apoyo que siempre me muestra, las fotos de rigor y la
camarita que esta vez falló y no pudo inmortalizar el momento en video, pero quedará grabado, mas adelante Marcos, Ana, Joaqui y Jesu también estaban animando sin parar, por lo que continuamos la marcha con un subidón que hicieron que alcanzase el segundo globo de las 3h15’, el cual no abandonaría hasta el km 32, antes el paso del km 25 tras cruzar de nuevo la plaza de la concordia y ponerse al lado del rio Sena dirección a la famosa Torre Eiffel, el paso fue con un tiempo de 1:56:06, manteniendo en este parcial el ritmo medio.
DEL KM 25 AL KM 30
Paso por el kilómetro 25, con el río Sena de testigo

Un par de túneles, uno de ellos de más de un kilómetro, varios puentes por debajo y todo ello en una calle algo estrecha por la orilla del Sena dio paso a disfrutar de la vista de la impresionante  Torre Eiffel en el kilómetro 29, algo simplemente espectacular y el paso de kilómetro 30 con un tiempo de  2h 19’ 01”, siguiendo el ritmo medio de 4’38”.
El kilómetro 29 nos deparó esta foto

DEL KM 30 AL KM 35
En el paso del km 30, con buenas sensaciones entre multitud de corredores que iban quedando atrás

A partir de este kilómetro decidí dar un pequeño cambio de ritmo pues la piernas iban bien y decidí dejar la compañía del globo que marcaba el ritmo con bastante precisión, a pesar de que la temperatura ya subía y el recorrido hacia mella en muchos corredores, yo seguía disfrutando aunque de nuevo el calor del público faltaba pues estos kilómetros fueron por otro gran parque de la ciudad, el llamado “Bois de Boulogne”, aunque los grupos de animación no faltaban, así pues el tiempo por el km 35 fue de 2:41:22, a ritmo de 4’37” pero al igual que prácticamente desde que dejé a Narciso, en todo el recorrido no paraba de adelantar corredores.
DEL KM 35 AL KM 40
El paso por el km 35 deparó el mejor parcial de 5km

El llamado muro esta vez no apareció y me encontraba bastante bien, dentro del esfuerzo que supone correr un maratón, volviendo a sentir sensaciones que creí nunca volvería a tenerlas, muchas cosas por la cabeza pasaron durante este tramo de kilómetros, del 35 al 40, eso sí, sin descuidar la hidratación y toma de geles, grabando muchos momentos con mi pequeña cámara.

En el kilómetro 37 una cuesta de justicia hizo que divisara al primer globo de las 3h 15’ y poco después cerca del 39 di alcance, dejándolo a mis espaldas, corriendo de menos a más y marcando un tiempo por el paso de los 40 kilómetros de 3:03:53, a ritmo medio de 4’36”.
DEL 40 A LA LLEGADA A META
Llegada a meta

Los últimos dos kilómetros y pico fueron espectaculares, mucha gente animando, la piel de gallina y en la cabeza muchas cosas, me acordaba de mucha gente, muchas circunstancias de este duro año y disfrutaba de cada metro, mi pequeña cámara grababa al público que animaba sin parar y el arco de color verde que indicaba la meta se veía al fondo, ya estaba hecho, parecía imposible que todo hubiese salido tan bien, casi como en un perfecto sueño, era el maratón número 19, pero como todos lo han sido, este también tan especial como el primero, era París, pero podía haber sido cualquier ciudad, la distancia es la misma, las sensaciones al cruzar la meta indescriptibles como cualquier maratón, el tiempo final 3h 13’ 55”, a ritmo de 4’36”.
CONCLUSIÓN
Con la medalla a lo Nadal, el Arco del Triunfo como testigo

Lo vivido en París tras la lesión más duradera que he tenido ha sido algo muy especial, la satisfacción de recoger el fruto del esfuerzo y constancia es lo que recompensa todo, es lo que hace que esto merezca la pena, también la excusa perfecta para viajar, para visitar y recorrer ciudades que quizás no hubiese visitado si no hubiese sido por este deporte, hacer grandes amigos y obtener grandes satisfacciones, sin duda mucho mayores a las decepciones que también se sufren, por lo que suma y sigue y nos vemos dando zancadas….
DIPLOMA Y FOTO FINAL DEL GRUPO

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