Hoy he dormido mal, me he despertado varias veces, es una
semana importante y hay que descansar pero no lo consigo, el domingo será la
madre de todas las batallas, será el maratón que he tanto tiempo me ha costado
preparar, pero no consigo empalmar dos horas seguidas durmiendo, el cuerpo está
tenso, parece que sabe lo que se avecina, quizá el cerebro se ha “chivado” y lo
ha puesto en guardia.
El maratón está en mi mente y no consigo olvidarlo, se ha
colado en mi cabecita y creo que no podré echarlo, es algo habitual siempre de
que llega la semana clave.
Han sido muchas semanas de entrenamiento para este día,
muchas zancadas, ejercicios, kilómetros solo o acompañado, estiramientos,
cuestas, series, creo que mis piernas están preparadas, mi cuerpo está a tope,
pero… ¿y mi cabeza?, está preparada para lo que se avecina.
Inconscientemente mi cabeza también ha ido preparándose, ha
sufrido cada kilómetro y cuando había días que me encontraba mal ha sido la que
me ha dicho que debo seguir y sufrir un poquito, y cuando las piernas iban como
la seda también las ha frenado si era necesario, mi mente ha ido también
entrenando, y cuando ha dicho basta ha hecho que las piernas parasen por muy
sueltas que fueran, sin duda tiene muchos “galones”.
Ahora que queda poco no sé estará totalmente preparada, las
últimas noches ha hecho que el cuerpo no descansara totalmente e incluso quiero
creer que ella al igual que mi cuerpo y piernas quiere un tapering, no quiere
seguir pensando en el desenlace final durante tanto tiempo y creo que lo que
quiere es abstraerse en estos días necesita un tapering cerebral un descanso,
una desconexión, sin duda al igual que
las piernas, para estar a tope el día D.
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