En un día tan señalado, religiosamente hablando, el día del
Corpus Cristi, se celebró en Membrilla la II edición de los 10K “Villa de
Membrilla”, una carrera que quiere ir a más, o al menos desde el ayuntamiento
lo intentan, cosa que es de agradecer, también con la ayuda inestimable y por
supuesto obligada del C.A. Membrilla, pero que deben, o mejor dicho, debemos
esmerarnos más, si queremos consolidar una carrera en nuestra localidad, aunque
mi opinión personal más extendida esta vez me la reservaré, pues seguro que
cada uno tendrá la suya y no quiero crear suspicacias.
Y aquí va mi crónica personal, pues aunque esta carrera no
me llegaba en el mejor momento, no podía dejar de participar en una carrera que
demandamos muchos de los atletas locales y que sin duda llegará a ser una gran
carrera.
Tras los 50kms, aún no he encontrado buenas sensaciones,
pero curiosamente 15 días después de este reto, conseguí subir al podio en la
carrera de Valdepeñas, y ahora 5 días después lo he vuelto hacer, aunque como
corredor popular que me considero, mi objetivo principal es disfrutar
corriendo, y en estas dos últimas carreras curiosamente he echado de menos las buenas sensaciones, quizás las altas
temperaturas, los restos de polen y
sobre todo creo que no he recuperado bien de esos 50 kilómetros, que unido a
que en estas fechas siempre reduzco mucho el entrenamiento se ha juntado todo.
Bueno al lío, pues la carrera estaba programada a las 10 de
la mañana, y con esta ola de calor las predicciones decían que a esa hora habría
30ºC, y no se equivocó, incluso alguno más, que durante la carrera fue
subiendo, por lo que esta circunstancia marcó la carrera, lo cual y tras la
experiencia 5 días atrás en Valdepeñas hizo que fuese precavido en la salida, tras
una salida en los paseos del Espino empezamos a correr por las calles
principales del pueblo, en un circuito algo revirado, pero obligado para pasar
por dichas calles, los kilómetros fueron pasando y el ritmo precavido en torno
a 4’ el kilómetro era predomínate.
Con pocos corredores por delante, rebasé algunos de ellos, y
mantenía la distancia con mi compañero de los 50 kms, Manuel Jiménez, y
compartía zancadas con otro compañero de club, José Manuel Villahermosa, pero
en ningún momento me encontré con fuerzas, aunque creo que fue tónica general,
pues el calor en aumento hacía estragos.
Poco antes de llegar a meta recorté la diferencia con
Manuel, mientras José Manuel quedó algo atrás, por lo que con una voz avisé a
Manuel de mi llegada, el con un gesto que le honra y a falta de pocos metros
decidió aflojar el ritmo y esperarme, entrando una vez más en meta juntos,
siendo primero y segundo de nuestra categoría de veteranos, también segundo y
tercero absolutos locales, por lo que la felicidad de ser “profetas en nuestra
tierra” fue completa, realizando un tiempo de 38’50” y siendo también 9º de la
general.
Así pues esta vez tuve que subir dos veces al podio, sin embargo las buenas sensaciones no
llegaron, por lo que es algo contradictorio, pero satisfecho de terminar la
primera parte de la temporada con estos podios, por lo que ahora a tomárselo más
relajadamente para volver a empezar con más fuerza tras estos calores, de hecho
el fin de semana fue relajado en la playa.
Por su parte Ángela también fue de la partida, quien se lo
iba a decir, pues al igual que yo solamente 5 días atrás compitió en Valdepeñas
y en Membrilla no podía dejar de participar, de hecho era uno de los motivos de
retraso de nuestras mini vacaciones, por lo que no sin mucha calor y
sufrimiento esta vez bajó de los 60’, algo que sin duda le llenó de moral,
aunque llegó algo mosqueada a meta por la falta de agua a los últimos
participantes, aunque la recompensa de entrar en meta con Virginia minimizó
todo.
Por su parte Virginia no quería competir, pues hacía mucha
calor, pero al final se decidió ya que estaba inscrita, controlando la carrera
en un principio, pero cometiendo el error de creer que la meta estaba media
vuelta antes, lo que hizo que el cambio de ritmo que hizo lo pagase, llegando
4ª a meta con las fuerzas justas, lo que sin duda hizo que se enfadara por el error
que tuvo y lo que le costó llegar a meta, por su parte Jorge lo tenía claro y a pesar de estar inscrito las altas temperaturas le hicieron desistir, pero no obstante cámara en mano colaboró esta vez con casi 400 fotografías disponibles para todos los participantes.
Posteriormente, y tras recoger los premios, y participar en
familia de esta carrera, nos desplazamos unos días a la playa a disfrutar de un
puente, descansando y recuperando fuerzas, pues con esta ola de calor viene de
maravilla desconectar y refrescarse, así pues nos vemos en las carreras.
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