Un año más que finaliza y un año más que comienzo con la
crónica de la San Silvestre de Membrilla, la decana de la región, y sin lugar a
dudas, la carrera que más ambiente tiene y corro año tras año, donde centenares
de personas se aglutinan en el circuito de 1.050 metros que animan sin parar a
todos los participantes, una tradición que va más y que este año se ha vuelto a
superar, pues con tanta animación y esa
manera de animar hace que correr esta carrera sea un lujo donde se disfruta de
la última carrera del año.
A las 17:00h daría comienzo este tradicional prueba, no obstante
era la 44 edición, donde cerca de 450 inscritos darían colorido a nuestra
localidad, siendo las categorías menores las primeras en celebrarse con una
gran participación de pequeños disfrutando el último día del año y donde
Virginia volvería a participar con la ilusión de siempre, consiguiendo esta vez
la 9ª plaza, pero llegando a meta contenta tras cumplimentar los 1070 metros en
progresión disfrutando del recorrido y el ambiente.
Poco después se celebraría la carrera de veteranos y junior
masculinos, donde me tocaba disfrutar y redondear un año fantástico, sin
presión y sin haber entrenado específicamente
estos ritmos tan altos a los que no estoy acostumbrado, pero con el objetivo
claro de disfrutar de los 5.350 metros.
Tras un largo calentamiento de cerca 6 kilómetros, junto a
Manuel, Pedro, y los juveniles Carlos e
Ismael Arribas, me puse esta vez en primera línea de salida y tras el
pistoletazo el ritmo inicial fue muy alto según mis previsiones aunque poco a
poco lo fui estabilizando y a pesar de ello adelantando continuamente
competidores.
Vuelta tras vuelta fui disfrutando de un ritmo en torno a 3’43”
el kilómetro que al final fue el ritmo medio, a sabiendas que podía optar al
podio, pero esta vez era algo secundario, aunque siempre haga ilusión.
Al final con un tiempo de 19’24” conseguía llegar a meta
habiendo disfrutado del espectacular ambiente, vuelta tras vuelta, metro tras
metro y zancada tras zancada, logrando la 3ª plaza de veteranos B y segunda
local tras un espectacular Manuel Jimenez.
Satisfecho tras mi actuación en la carrera de veteranos, y tras
un descanso de unos 25 minutos, me decidí a seguir disfrutando del grandísimo ambiente,
esta vez disfrazándonos de Papá Noel y corriendo junto a Narciso Arroyo la
prueba Senior.
Sin duda una decisión acertada, pues aunque muy
relajadamente y a un ritmo muy cómodo volví a sentir el calor de público junto
con el gran Narciso, intentando dar colorido, aún más si cabe a nuestra San
Silvestre.
Al final cierro el año volviendo a subir al podio, con
buenas sensaciones y disfrutando de lo que más me gusta, deseando poder repetir
el año, aunque será complicado, y por supuesto deseando también este deseo a
todos vosotros, que consigáis vuestros objetivos y disfrutéis de un año
espectacular 2018.
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