lunes, 1 de enero de 2018

SAN SILVESTRE DE MEMBRILLA, UNA CARRERA MUY ESPECIAL. (Mi crónica)

Un año más que finaliza y un año más que comienzo con la crónica de la San Silvestre de Membrilla, la decana de la región, y sin lugar a dudas, la carrera que más ambiente tiene y corro año tras año, donde centenares de personas se aglutinan en el circuito de 1.050 metros que animan sin parar a todos los participantes, una tradición que va más y que este año se ha vuelto a superar, pues con tanta animación y  esa manera de animar hace que correr esta carrera sea un lujo donde se disfruta de la última carrera del año.
A las 17:00h daría comienzo este tradicional prueba, no obstante era la 44 edición, donde cerca de 450 inscritos darían colorido a nuestra localidad, siendo las categorías menores las primeras en celebrarse con una gran participación de pequeños disfrutando el último día del año y donde Virginia volvería a participar con la ilusión de siempre, consiguiendo esta vez la 9ª plaza, pero llegando a meta contenta tras cumplimentar los 1070 metros en progresión disfrutando del recorrido y el ambiente.
Poco después se celebraría la carrera de veteranos y junior masculinos, donde me tocaba disfrutar y redondear un año fantástico, sin presión y sin  haber entrenado específicamente estos ritmos tan altos a los que no estoy acostumbrado, pero con el objetivo claro de disfrutar de los 5.350 metros.
Tras un largo calentamiento de cerca 6 kilómetros, junto a Manuel, Pedro,  y los juveniles Carlos e Ismael Arribas, me puse esta vez en primera línea de salida y tras el pistoletazo el ritmo inicial fue muy alto según mis previsiones aunque poco a poco lo fui estabilizando y a pesar de ello adelantando continuamente competidores.

Vuelta tras vuelta fui disfrutando de un ritmo en torno a 3’43” el kilómetro que al final fue el ritmo medio, a sabiendas que podía optar al podio, pero esta vez era algo secundario, aunque siempre haga ilusión.
Al final con un tiempo de 19’24” conseguía llegar a meta habiendo disfrutado del espectacular ambiente, vuelta tras vuelta, metro tras metro y  zancada tras zancada,  logrando la 3ª plaza de veteranos B y segunda local tras un espectacular Manuel Jimenez.
Satisfecho tras mi actuación en la carrera de veteranos, y tras un descanso de unos 25 minutos, me decidí a seguir disfrutando del grandísimo ambiente, esta vez disfrazándonos de Papá Noel y corriendo junto a Narciso Arroyo la prueba Senior.
Sin duda una decisión acertada, pues aunque muy relajadamente y a un ritmo muy cómodo volví a sentir el calor de público junto con el gran Narciso, intentando dar colorido, aún más si cabe a nuestra San Silvestre.

Al final cierro el año volviendo a subir al podio, con buenas sensaciones y disfrutando de lo que más me gusta, deseando poder repetir el año, aunque será complicado, y por supuesto deseando también este deseo a todos vosotros, que consigáis vuestros objetivos y disfrutéis de un año espectacular 2018.

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